sábado, 15 de enero de 2011

Cuando un perro come plantas


Un alto porcentaje de plantas, tanto de interior como de exterior, pueden resultar tóxicas y/o irritantes para las mascotas. Algunas provocan reacciones en la piel con un ligero contacto, otras pueden ocasionar importantes problemas gastrointestinales al ser ingeridas, pudiendo provocar la muerte si la dosis es muy alta.
Es muy habitual ver a perros y gatos mordisqueando y comiendo hierba. Es una forma natural
de purgarse cuando tienen algún problema digestivo. Ingerir una buena cantidad de hierba les provoca vómitos que ayudan a eliminar la molestia que sienten, como puede ser, en el caso de los felinos, la acumulación de bolas de pelo en el intestino.
Pero hay más razones que pueden llevar a nuestro animalillo a mordisquear las plantas que tenemos en casa o en el jardín.



Puede que simplemente le llamen la atención cuando se mueven con el viento, o por los colores; no podemos olvidar que la curiosidad de las mascotas es infinita, sobre todo cuando son jóvenes. Otro motivo puede ser el aburrimiento, si pasa mucho tiempo solo en casa y tiene una planta a su alcance, es muy probable que se entretenga con ella. Una situación de estrés o un estado de nerviosismo, también puede inducirle a destruir las plantas con la boca.
Evitar que nuestra mascota coma alguna planta tóxica en la calle es difícil, lo único que podemos hacer es vigilarle. Pero en casa tenemos más opciones: enseñarles a no tocar las plantas, ponerlas lejos de su alcance o simplemente evitar aquellas que sepamos que pueden hacerles daño. Para los gatos existe una hierba especial que se puede adquirir en los comercios de mascotas.
Plantas tóxicas



Los elementos tóxicos pueden estar en distintas partes de la planta o en todas, según la especie. En el caso del acebo, tanto las hojas como los frutos son venenosos; el ciclamen concentra casi toda su toxicidad en la raíz, mientras que el ricino contiene los componentes más nocivos en sus semillas.
Entre las plantas más peligrosas se encuentran las bulbosas, como el amarilis y el jacinto, y las euforbias o euforbiáceas, como la Flor de Pascua, que contienen en su interior una sustancia de apariencia lechosa (látex) altamente tóxico.
Esta es una pequeña lista de plantas de interior tóxicas, ya sea por contacto o por ingestión. No están incluidas todas, sólo las más comunes, así que cuando vayas a adquirir una nueva planta y no esté en la lista, infórmate antes de comprarla, por si acaso.
Filodendro (y todas las plantas del género Philodendron), Crotón, Acebo, Adelfa, Hiedra, Flor de Pascua o Poinsettia, Crisantemo, Ricino, Azalea y Rododendro, Dieffenbachia, Yuca, Muérdago, Cala, Narciso, Lirio, Ciclamen, Amarillis y Tulipán (y todas las plantas bulbosas en general), Jacinto, Sansevieria o Lengua de tigre, Eléboro, Azafrán, Hortensia, Geranio, Costilla de Adán, Espatifilo.
Síntomas
El envenenamiento se puede manifestar a través de varios síntomas: trastornos gastrointestinales (vómitos, diarreas, dolor abdominal...), trastornos cardíacos (taquicardias, arritmias, paradas cardíacas, ), trastornos nerviosos (falta de coordinación, convulsiones, somnolencia) irritaciones y problemas cutáneos, asfixia, parada respiratoria, dificultad para respirar por hinchazón de lengua y/o faringe, salivación excesiva, fiebre, parálisis...
Según la especie de la planta, una sobredosis puede ocasionar la muerte del animal, pero normalmente los casos por intoxicación no llegan a esos límites y se pueden solucionar con una actuación rápida y un buen tratamiento.
Por otra parte, la aparición de los síntomas, así como la gravedad de la intoxicación, depende de varios factores como el tamaño de la mascota y la cantidad de veneno ingerida.


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