jueves, 23 de marzo de 2017

La increíble historia de Gilbert Grape

Esta historia tiene unos años pero no por ello deja de ser sorprendente.
Este perro fue dejado en un refugio de animales, donde los que no fueran adoptados se sacrificaban a los pocos días. Esta norma es pata todos los animales, incluso los que no tienen problemas de salud. Pero este perro tenía un tumor que pesaba más de 4 kilos. 

Así nació este Braco de Weimar con un terrible tumor en el estómago. Es horrible imaginar lo doloroso que ha tenido que ser cargar con ese peso todo el tiempo. El perrito ni podía levantarse solo. 

Los veterinarios pensaban que el animal había cargado con el tumor en su interior durante más de un año. Es increíble que sobreviviera a esa carga. 

 Como los braco de Weimar son pocos comunes , la sociedad " Tickled Pink Weimaraner Rescue " se interesó por el perro, ya que esta organización se especializaba en el rescate de perros de dicha raza. 
 Pese a las buenas intenciones de la organizacion, no era tan fácil, pues debían de tomar dos decisiones difíciles:
 ¿ Debían ahorrarle el sufrimiento al animal o someterlo a una complicada y peligrosa operación sin saber si el tumor es maligno? ¿ Y quién correría con los exorbitantes gastos ? 

Decidieron llevar al perro a una clínica, donde la opinión de distintos doctores no fue de gran ayuda. Pero entonces algo les dio la fuerza para decidirse: después de ser examinado durante una hora, el perro se levantó y se acercó a sus salvadores.
La solución era clara: ¡ lo iban a operar ! Por suerte, su triste historia movilizó a tantas personas, que fue posible pagar el coste de la operación.
Increíblemente, el tumor pesaba unos 5,5 kg y debía de haber estado creciendo durante mucho tiempo. 

Y es que a Gilbert Grape ( como lo llamaron ) le resultaba difícil andar sin él. Su cuerpo se había ajustado obviamente al peso del tumor, lo que hizo que las caderas estuvieran torcidas.
Pero, pese a todo, Gilbert estaba feliz. Finalmente alguien lo había ayudado. Y con sus increíbles ganas de vivir, seguro que le irá genial en su terapia. Por ahora ya puede acostarse sobre el lomo en lo que debe de haber sido una eternidad. Estas pequeñas muestras de alegría y bienestar son una recompensa para sus rescatadores.
 Y resulta que Gilbert ha tenido más suerte de lo que nadie hubiera esperaste: ha sido adoptado y tiene un nuevo hogar.


 Gracias a sus rescatadores e innumerables apoyos, Gilbert puede ahora llevar una vida feliz y saludable.


 Y, es que de nuevo, personas valientes como estas pueden hacer que todo salga bien cuando parecía perdido. 


Por desgracia, esto plantea una pregunta incómoda: ¿ es necesario que los animales sufran tanto antes de poder hacer algo ?
Fuente: "Tickled Pink Weimaraner Rescue"