Hace unos días salto la noticia de Santa una podenca que llegó a un refugio canario en un estado lamentable y la Policía ya ha hecho su trabajo. El dueño de Santa, un cazador de
73 años de San Miguel de Geneto en San Cristobal de la Laguna
(Tenerife), está imputado por maltrato animal. El
infractor se enfrenta a una multa económica equivalente al embargo de su
salario de entre 20 y 60 días como máximo. Además, la policía ha
abierto un expediente sancionador al cazador por el lamentable estado de otros seis perros
que el anciano tenía en su casa. El juicio, que se celebrará esta
semana, podrá prohibir al lagunero que tenga animales en su posesión.
La Policía Local de San Cristóbal de La Laguna detuvo este lunes al dueño de Santa, la perra que llegó agonizante y esquelética al albergue de Valle Colino
el pasado viernes. Según fuentes de la investigación el cazador negó la
gravedad de los hechos y hasta llegó a afirmar que la perra había
comido el día antes, que solo tenía un dolor de muelas o que la podenca
llegó caminando hasta el centro de animales lagunero. La policía, que ya
tenía el informe de los veterinarios –en el que se asegura que Santa
llevaba desnutrida por lo menos unos 15 días y que
apenas se puede mantener en pie– imputó al anciano por una falta al
artículo 632 del código penal, es decir, por maltrato animal.
El dueño de Santa, que está en libertad,
tendrá que asistir los próximos días a un juicio rápido en el que se
enfrenta a una multa económica equivalente al embargo de su salario –en
este caso su pensión– de entre 20 días como mínimo y 60 como máximo.
En el registro de la Policía Local a la residencia del cazador, los investigadores también encontraron otros seis animales en "condiciones lamentables".
Según la policía los perros no cumplían las condiciones higiénicas y
sanitarias. Por esta razón, se ha abierto un expediente sancionador al
dueño de Santa y serán ahora los veterinarios del Ayuntamiento lagunero
los que estudien el caso. El resultado podría ser la confiscación de los
perros y la prohibición al cazador de la tenencia de animales.
El dueño de Santa está dado como cazador desde 1999
y en el registro figura que tenía hasta 16 perros, de los que solo
siguen vivos seis. El albergue Valle Colino denunció al cazador "por
haber dejado el pasado viernes en sus instalaciones una perra de raza
podenca que estaba agonizando a causa de una infección producida por no
haber recibido atención veterinaria ni haber ingerido
alimentos en dos semanas". Los veterinarios han podido comprobar que el
animal estaba deshidratado y calcularon que, por el avanzado estado de
la infección de varias piezas dentales, llevaría por lo menos dos
semanas sin poder comer, lo que justificaría el aspecto esquelético con
el que la perra llegó al centro.
Fuente: Laura Docampo. La Provincia . Diario de alas Palmas
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