jueves, 23 de abril de 2009
Canelo unas Historia conmovedora
Sin linaje regio, Canelo era para su dueño compaña, cariño, antídoto contra la soledad y pretexto para pasear todos los días las calles gaditanas sacándolo a hacer sus cosas. Cuentan que el dueño de Canelo era enfermo renal, y que debía ir cada semana a someterse a diálisis, siempre acompañado por Canelo, que se quedaba a la puerta de la residencia hospitalaria esperando a que le renovaran la sangre a su amo. Hasta que un día, agravada la dolencia, el dueño de Canelo tuvo que ser ingresado. El perro, como solía en las visitas ambulatorias de la diálisis, permaneció en la puerta del hospital, esperando a su dueño. Pero el dueño nunca salió. Al menos por aquella puerta. El dueño de Canelo, salió muerto camino del cementerio, por esa secreta puerta de los tanatorios que suelen tener los hospitales. Como Canelo era noble y leal y los perros no se resisten a aceptar (les pasa como a los humanos) la idea de la muerte de los seres queridos, ¿qué hizo? ¿Volverse a su casa, a la comida segura y al techo en caliente? No. Permaneció en la puerta del hospital, esperando a que saliera su dueño. Pero no un día ni dos, ni semanas, ni meses. Los vecinos de la Avenida y los trabajadores de la residencia sanitaria, sabedores de la lealtad y nobleza del perro, lo adoptaron colectivamente, y el uno le llevaba comida, y el otro le ponía agua, y el otro le daba las caricias del amo que le faltaban. Canelo se hizo popular en Cádiz, salió en el "Diario", vinieron los ingleses de la BBC a hacerle un reportaje y llegó a formar parte, como un personaje popular perruno, de la galería riquísima de los locos gaditanos del viento de levante. Las asociaciones ecologistas lo protegían y hasta una vez lo libraron de la muerte sanitaria y administrativa, pagando un rescate administrativo cuando los laceros se lo llevaron a la perrera municipal, confundiéndolo con un chucho callejero y desconociendo su lealtad ejemplar. Quince años se ha llevado Canelo viviendo en las cercanías del hospital, siempre esperando a su dueño, hasta que en el pasado mes de diciembre le llegó la misma muerte que a su amo. A Canelo lo atropelló un coche. Naturalmente que el coche de un turista. Ningún conductor de Cádiz, conociendo a Canelo, hubiera dejado de parar su coche para ceder el paso a un ejemplo de sentimientos en forma de perro. La muerte de Canelo fue llorada por todo Cádiz, y hasta el coro "Cine Caleta" le dedicó un tango memorial y memorable, en la solemnidad carnavalesca del Gran Teatro Falla. Ahora, el Ayuntamiento, por iniciativa de grupos vecinales y ecologistas, ha acordado dedicar a Canelo una calle. No una calle cualquiera camino de cualquier parte, sino el mismo callejón cercano al Hospital Puertas del Mar donde se llevó quince años esperando a su amo. Dando ejemplo a los humanos. ¿No se dedican las calles a los héroes, a los personajes ilustres? ¿Por qué no van a ser dedicadas a estos heroicos, ilustres y nobles perros, como Canelo? Poner una calle al perro Canelo es una forma de perpetuar un ejemplo que debería ser imitado por los hombres.
martes, 21 de abril de 2009
Matanzas de aves y tortugas
Un gigantesco lago en medio del desierto. Parque Nacional desde 1972, zona Ramsar desde 1975, Reserva de la Biosfera desde 1976. Todo un paraíso y un único problema. No está en Europa, está en Irán. Allí, como en tantos otros lugares menos desarrollados que el nuestro, la protección de la naturaleza es poco más que eso, títulos y burocracia sin un interés real.
Por eso la noticia ha pasado desapercibida. La muerte de miles de tortugas, aves migratorias, serpientes y otros animales, trágicamente carbonizados en el lago Parishan, una de las más importantes zonas húmedas de Irán, de acuerdo con la información transmitida por la agencia de noticias Mehr.
Lo más sorprendente es que los incendios no fueron provocados por locos pirómanos, sino por trabajadores de una empresa encargada de la construcción allí de una nueva carretera, a instancias de las mismas autoridades que, irónicamente, lideran un movimiento local para proteger tan importante reserva natural, amenazada por las desecaciones ilegales de los agricultores.
Nada mejor que el fuego para limpiar el terreno de molestos cañaverales, debieron pensar. Pero se olvidaron, o desconocían, el tremendo tesoro que estos hábitats húmedos encierran.
El desastre ambiental causado es terrible, pues no ha sido un accidente de un día. Llevan meses dándole cerillazo a cañas y carrizos, acabando impunemente con su fauna más frágil e indefensa.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Irán ha sido ordenada por el Departamento de Justicia para investigar la destrucción de los humedales Parishan e identificar a sus responsables, pero hasta el momento nadie ha movido un dedo para obedecer la orden, ni mucho menos para parar los incendios.
El gran lago Parishan (4.000 hectáreas de extensión) está situado cerca de la ciudad de Kazeroun, en la provincia de Farss, en Irán. Es un lugar muy importante de invernada para especies tan amenazadas como la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) o el pelícano ceñudo (Pelecanus crispus).
Empeñados en proteger nuestro cómodo primer mundo, no somos conscientes de los graves problemas que existen más allá de nuestras férreas fronteras, inventadas líneas imaginarias en un planeta común donde lo habitual es la destrucción compulsiva. ¿Podemos hacer algo? Desgraciadamente, poco más que indignarnos.
Y esto lo que quedó de uno de los miles de galápagos que han muerto carbonizados en el lago.
Por eso la noticia ha pasado desapercibida. La muerte de miles de tortugas, aves migratorias, serpientes y otros animales, trágicamente carbonizados en el lago Parishan, una de las más importantes zonas húmedas de Irán, de acuerdo con la información transmitida por la agencia de noticias Mehr.
Lo más sorprendente es que los incendios no fueron provocados por locos pirómanos, sino por trabajadores de una empresa encargada de la construcción allí de una nueva carretera, a instancias de las mismas autoridades que, irónicamente, lideran un movimiento local para proteger tan importante reserva natural, amenazada por las desecaciones ilegales de los agricultores.
Nada mejor que el fuego para limpiar el terreno de molestos cañaverales, debieron pensar. Pero se olvidaron, o desconocían, el tremendo tesoro que estos hábitats húmedos encierran.
El desastre ambiental causado es terrible, pues no ha sido un accidente de un día. Llevan meses dándole cerillazo a cañas y carrizos, acabando impunemente con su fauna más frágil e indefensa.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Irán ha sido ordenada por el Departamento de Justicia para investigar la destrucción de los humedales Parishan e identificar a sus responsables, pero hasta el momento nadie ha movido un dedo para obedecer la orden, ni mucho menos para parar los incendios.
El gran lago Parishan (4.000 hectáreas de extensión) está situado cerca de la ciudad de Kazeroun, en la provincia de Farss, en Irán. Es un lugar muy importante de invernada para especies tan amenazadas como la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) o el pelícano ceñudo (Pelecanus crispus).
Empeñados en proteger nuestro cómodo primer mundo, no somos conscientes de los graves problemas que existen más allá de nuestras férreas fronteras, inventadas líneas imaginarias en un planeta común donde lo habitual es la destrucción compulsiva. ¿Podemos hacer algo? Desgraciadamente, poco más que indignarnos.
Y esto lo que quedó de uno de los miles de galápagos que han muerto carbonizados en el lago.
lunes, 20 de abril de 2009
Música de la Semana. The Eagles
Después de unas semanita sin poneros tema musical para que la descucheis mientras leeis el blog, esta semana os dejo algo antologíco, para mi gusto y el de muchos aficionados y críticos de música como uno de los mejores baladas de los ultimos 40 años, es la Balada del grupo Californiano The Eagles y su tema "Hotel California".
Banda fundada en los 70, inicialmente su música era un híbrido entre música country e instrumentación bluegrass injertadas en armonías del Surf rocksurfer rock californiano, y produciendo baladas sensibles y música ligera de aroma country y pop-rock con letras que hablaban de coches, relaciones y vidas sin rumbo.
La historia de Eagles comienza cuando Glenn Frey (cantante, guitarrista y compositor) y su amigo Don Henley (batería y cantante) se unen a la banda que acompañaba a Linda Rondstadt en la grabación de su disco «Silk Purse». Tras dos años de colaborar con dicha banda, ambos deciden abandonarla para crear su propio grupo. Para ello invitan a los músicos Bernie Leadon (cuerda) y Randy Meisner (bajo) a participar en el proyecto. A ellos se les unieron posteriormente Joe Walsh (guitarra y coros), Don Felder (guitarra) y Timothy B. Schmit (bajo).The Eagles debutaron en 1972, rescatando el sonido sureño, mezclándolo con un exquisito toque de guitarra y un toque de rock un tanto suave, además de pinceladas de country y western. El primer álbum de Eagles fue «Take it easy», cuyo primer sencillo llevaba el mismo nombre.El tercer álbum de Eagles apareció en 1975 bajo el título de «On the Border», en el que destacó la balada «The best of my love», que llegó al número uno en las listas. El siguiente trabajo de la banda fue «One of These Nights», que plasmaba la desilusión de la juventud estadounidense a mediados de la década de los setenta. Tras las presiones para la publicación de este disco, Bernie Leadon abandonó los Eagles, siendo sustituido por Joe Walsh, quien introdujo en la banda un mayor peso del rock.En 1976 Eagles publica su mejor álbum y el más vendido. El título era «Hotel California», que terminó de catapultar a los Eagles a la cima de la fama y con el que ganaron un Grammy. En «Hotel California» los Eagles aportan su visión agridulce de la sociedad estadounidense a través de las ventanas de un hotel que representa metafóricamente el mundo de las drogas. «Hotel California» es uno de los discos más vendidos de la historia y su tema estrella y que le da título ha sido reconocida como una de las mejores canciones, y aun hoy en día sigue apareciendo en las listas de las 10 canciones más importantes de la historia de la música. De ese álbum se extrajo una frase que pasó a formar parte del lenguaje popular estadounidense: «vivir en la vía rápida» (Life in the fast lane). Tras la aparición de «Hotel California» Randy Meisner abandonó la banda, siendo sustituido por por Timothy Schmit.El sexto álbum llevaba el título de «The Long Run», y supuso la ruptura de la formación. El disco resultó un éxito, con temas como «Heartache Tonight,» «The Long Run» y «I Can’t Tell You Why», pero los miembros de la banda ya habían decidido su futuro. Corría el año 1980. Don Henley, Glenn Frey y Joe Walsh iniciaron carreras en solitario.En 1994, tras catorce años de separación, los Eagles deciden unirse de nuevo para seguir tocando. Su primer trabajo de esta nueva época es el álbum «Hell Freezes Over» (El Infierno se congela), con cuatro nuevos temas y 11 éxitos anteriores. La frase se deriva de una pregunta realizada por algun reportero respecto a que la banda se volviera a unir, a lo cual contestaron con ella: «Eagles se reunirá cuando el infierno se congele», dando con ella a entender que no pensaban hacerlo.En 2003 Eagles publica un doble disco recopilatorio con sus mejores temas. El título es «The complete greatest hits».En 2007 los Eagles nos dejan su último trabajo, Long Road Out of Eden, un doble disco con buenas canciones, pero que se basaba en recuperar su sonido clásico, como si hubiera sido editado en los 70’s. Al disco acompañó una extensa gira por EE.UU. y Europa.
El próximo 21 de Julio en el Palacio de los deportes de Madrid tendrá lugar el concierto en España.
Os dejo el tema de Hotel California. Para aquellos que lo conzcais seguro que os trae buenos recuerdos y para los que no, seguro que os gusta.
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