El propietario, actuaba junto con un veterinario para falsificar las cartillas sanitarias, los sellos de las vacunas y los tratamientos de desparasitación, vendiendo los animales sin que hubieran llegado a practicarse las mismas.
Durante los dos últimos años habrían llevado a cabo al menos 225 operaciones fraudulentas, obteniendo unos beneficios que superarían los 50.000 euros.
La Guardia Civil ha detenido al propietario de la tienda de animales e imputado al veterinario, el cual se encontraba expedientado e inhabilitado en la actualidad por el Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz.
Efectivos de la Guardia Civil de Cádiz pertenecientes al Equipo de Investigación del SEPRONA, han llevado a cabo una actuación en la localidad de Ubrique en la que ha sido detenido y puesto a disposición judicial el propietario de una tienda de animales y un veterinario, expedientado e inhabilitado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz, por las falsificaciones realizadas en cartillas sanitarias de perros. La actuación se inició el pasado mes de junio, cuando los agentes de la Guardia Civil detectaron una serie de cartillas sanitarias que serían falsificadas, si bien dicha falsificación se habría realizado con soportes físicos oficiales, a los que les faltaban determinadas numeraciones y que sólo tras un detenido examen, o un elevado conocimiento de tales documentos alertaba sobre estas falsificaciones.
Los agentes iniciaron una investigación que desveló la existencia de una trama perfectamente ideada en la que el dueño de una tienda de animales de la localidad gaditana de Ubrique, se estaría dedicando a la venta a través de Internet de perros de raza, los cuales se ofertaban con su correspondiente cartilla sanitaria, vacunados y desparasitados
La realidad que descubrieron los investigadores era bien distinta, puesto que esta persona contaba con la connivencia de un veterinario de la localidad, el cual proporcionaba las cartillas físicas así como los sellos de las vacunas y certificaba que los animales estaban desparasitados, para esto utilizaba un nombre y un número de colegiado inexistente y tanto las acreditaciones de las vacunas como de las desparasitaciones, consistían en pegatinas de productos caducados o bien en etiquetas de otros productos. En otras ocasiones la venta de los animales se realizaba sin enviar la correspondiente cartilla sanitaria, la cual es obligatoria a partir de los tres meses de edad.
Por este sistema y en solo dos años realizaron al menos 225 operaciones comerciales fraudulentas, con las que habrían obtenido ganancias que superarían los 50.000 euros, y aunque la estafa económica que supone obtener ingresos por unos servicios que no se han llevado a cabo es manifiesta, el mayor peligro de este entramado lo supone el hecho de que ni los animales estaban vacunados contra enfermedades como la rabia, ni estaban desparasitados, con el consiguiente riesgo para la salud que representa para otros animales, para las personas y sobre todo para los más pequeños, los cuales juegan con los animales en la creencia de que se encuentran en perfecto estado de salud.
Los implicados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de la localidad de Ubrique (Cádiz), bajo los cargos de falsificación de documento público e intrusismo profesional, ya que el veterinario imputado se encuentra en la actualidad inhabilitado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz, como consecuencia de un expediente sancionador anterior a estos hechos, motivado a que este facultativo expedía sin autorización cartillas sanitarias equinas.
La Guardia Civil recomienda a quienes hayan comprado perros por este sistema a la tienda de animales Fauna, acudan con la cartilla sanitaria del animal al Seprona más próximo, por el riesgo para la salud y la posible estafa económica sufrida.