Esta es la historia que circula por a red, Christina Youngs relata lo ocurrido con su perro Petey.
Lamentablemente para esta mujer un error en casa hizo que tuviese que despedirse para siempre, y demasiado pronto, de su perro.
Christina Youngs tuvo que decir adiós a su perro por un ¨error¨que la mayoría cometemos a diario en nuestros hogares.
Relata lo acontecido para advertir a otros dueños de animales porque sabe que puede ocurrir y se puede prevenir cien por cien.
¨Cuando Christina llegó a su casa un día, pensó que iba a encontrarse con el recibiendo de Petey, com siempre. Él solía correr hacia ella moviendo su cola, deseando jugar y recibir cariño. Pero en lugar de eso se encontró una casa en silencio, entonces su novio Christian le contó las devastadoras noticias.
¨Cuan Christian llegó a casa vio a nuestro pequeño sin vida en el suelo, con una maldita bolsa de patatas en la cabeza. De alguna forma había conseguido coger una bolsa de patatas fritas que teníamos en la cocina y esa angustia nos va acompañar siempre. Se comió todas las patatas pero trató de llegar hasta el fondo de la bolsa para llegar a los últimos restos y metió el hocico y al final no le quedó nada de aire dentro...Cuanto más respiraba, más pequeña se hacía la bolsa y más se le pegaba a la cabeza. Al final se ahogó.
Esto ocurre mas a menudo de lo que pensamos.
Christina no podía entender cómo había podido ocurrir. ¿ Por qué Petey no se sacó la bolsa de l cabeza con sus patas ?, si Petey era un perro muy listo.
Después de investigar por internet encontró una información de la que pocos hablan, pero resulta que los perros mueren muy a menudo axifiados en bolsas de patatas , palomitas o cualquier otro tipo de bolsa que entre en la cabeza.
En tan solo 3 minutos el oxígeno cae a niveles letales.
Ahora quieren concienciar a los dueños para que lo ocurrido con Petey no vuelva a ocurrir.
jueves, 21 de junio de 2018
domingo, 1 de abril de 2018
Plantas ornamentales tóxicas para las mascotas
Un alto porcentaje de plantas ornamentales son potencialmente tóxicas para los animales de compañía. En algunos casos, el simple contacto con ellas puede ocasionar reacciones en la piel, y en otros la intoxicación se produce al ingerirlas, con consecuencias muy diversas: desde urticarias a trastornos gastrointestinales o incluso problemas neurológicos, respiratorios o cardíacos.
Aunque a menudo los efectos pasan a los pocos días, una intoxicación severa puede ser fatal para nuestro mejor amigo. La peligrosidad de los efectos depende de cuestiones varias, como la dosis, la especie, el tamaño del animal, la edad o el estado previo de salud.
Las toxinas pueden encontrarse en las hojas, tallos, flores o frutos, y pueden estar siempre presentes en la planta o aparecer sólo en algunas épocas del año, como la poinsetia o flor de pascua.
Conviene informarse antes de adquirir una planta para la decoración del hogar, e ir con cuidado durante los paseos para evitar que nuestras mascotas se froten o traguen plantas que no conozcamos. Hay que vigilar especialmente a los cachorros, que lo mordisquean todo y son más inconscientes con lo que se meten en la boca.
Ante cualquier síntoma de intoxicación, como vómitos o desorientación, consultad al veterinario antes de hacer nada, pues el tratamiento puede variar en función de la toxina, raza del animal y otras variables. Si podéis, traed una foto o una muestra de la planta para poder identificarla y aplicar más rápido el tratamiento adecuado.
Es tal la variedad de plantas que pueden resultar tóxicas para las mascotas que sería complicado mencionarlas todas aquí, por lo que que hemos hecho una selección de las que creemos que pueden encontrarse más fácilmente en nuestro entorno.
Aucuba o laurel manchado (Aucuba japonica): el efecto más común son los problemas gastrointestinales. A grandes dosis, resulta en problemas neurológicos (temblores, espasmos, desorientación), dificultad para respirar y alteración del ritmo cardíaco. Puede llegar a provocar hemorragias internas y daños en hígado y riñones, a veces mortales.
Aucuba o laurel manchado (Aucuba japonica): el efecto más común son los problemas gastrointestinales. A grandes dosis, resulta en problemas neurológicos (temblores, espasmos, desorientación), dificultad para respirar y alteración del ritmo cardíaco. Puede llegar a provocar hemorragias internas y daños en hígado y riñones, a veces mortales.
Acebo (Ilex aquifolium): la intoxicación por hojas o frutos de acebo es una de las más frecuentes en animales en el área mediterránea. Provoca irritación estomacal e intestinal, con vómitos, diarrea y babeo. En altas dosis puede reducir el ritmo cardíaco y llevar al coma o incluso la muerte.
Adelfa (Nerium oleander L.): por contacto, puede causar reacciones en la piel; ingerido, da lugar a problemas digestivos y vómitos, y en las situaciones más graves trastornos respiratorios y cardíacos, que podrían ser fatales.
Caladio o paleta de pintor (Caladium bicolor): también es tóxica toda la planta, y muy irritante debido a los cristales de oxalato de calcio. A parte de irritar la piel y los ojos al contacto, internamente causa además edemas, inflamaciones y congestión.
Colocasia o manto de Eva (Alocasia cucullata): al igual que el caladio, la colocasia debe su toxicidad a los oxalatos, por lo que es muy irritante tanto por contacto como al ingerirla.
Fuente: Veterinos.com
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